miércoles, 6 de enero de 2016

Hateful Eight: Una clase de cine por parte del maestro Quentin Tarantino



Cuando uno entra al cine a ver una película de Quentin Tarantino, debemos tener una leve conciencia de que entramos a una clase de cine a aprender. Te sientas al lado de los demás alumnos y pones atención a lo que el maestro te ensenara. Tienes que poner atención. Cada detalle tiene propósito y no puede quedar en el aire.



El director de 52 años nos trae su octavo filme tomando en cuenta que Kill Bill es una sola película. Desde 1994 he contemplado a Pulp Fiction como la mejor película de Tarantino. En ese film traza con brillantez un guion espectacular con altos y bajos que lo mantienen atento a la pantalla. Cada línea de dialogo trasciende en tu mente obligándote una y otra vez en indagar el trasfondo de una escena.



La segunda mejor película de Tarantino a mi criterio es Kill Bill. En ese film el maestro del cine nos lleva en un viaje atreves de los géneros cinematográficos, haciendo alusión al cine asiático y a los espagueti westerns. Resalto más al volumen 2 que al 1 simplemente por la presentación y el dialogo del villano. Sin embargo, los volúmenes son una obra maestra de cine que te hacen enamorarte del celuloide.



Luego la tercera gran película de Tarantino tiene que ser Hateful 8. Entro a la sala de cine pensando que el filme sería un experimento cinematográfico el filmarlo en 70mm. Teniendo la capacidad por qué no hacerlo? Sin embargo el maestro vuelve a darnos clases haciendo hincapié de que la tecnología con lo cual grabas la película, es una herramienta poderosa para transmitir el mensaje de la historia que deseas contar.



Para los no iniciados, tratare de explicar las diferencias entre 70mm y 35mm como me lo enseno mi profesor de secundaria Rafael Gochez. Grabar en 70mm es grabar en el doble de longitud de los típicos 35mm que normalmente se filman todas las películas que ves en el cine. En 70mm no solo alarga las dimensiones de lo que filmes sino que aumenta la resolución. Casi el 90% del cine hoy en día es filmado 35mm. Grandes clásicos como Cleopatra, The Sound of Music y Ben Hur fueron filmados en 70mm. Este formato es perfecto para los grandes planos. Ejemplo de ello es la carrera de carruajes de Ben Hur.



Ver la Hateful 8 en 70mm es una experiencia inigualable. Todas las películas de Tarantino tienen una escena en particular que resaltan en la pantalla. Hateful 8 tiene una colección de escenas memorables que hacen retumbar tu alma en la profundidad de tu ser. Golpean tu coro interior y te dejan exhausto después de ver lo brillante de las mismas.



La película es simple. Es una historia de misterio que involucra a 8 extraños en las tierras heladas de Wyoming después de la Guerra Civil de los Estados Unidos. Arranca el filme con John “The Hangman” Ruth (Kurt Russel), un caza recompensas, que lleva como prisionera a una fugitiva (Jennifer Jason Leigh) en un carruaje de 6 caballos. Ellos se encuentran con otro casa recompensas (Samuel L. Jackson) y un hombre que dice ser un Sheriff. Todos ellos se hospedan en una cabaña cuando van de camino al pueblo de Red Rock, la cual la comparten con 4 extraños. Es en esa cabaña donde cada uno de los personajes se da cuenta que posiblemente no llegue a su destino final.



La película tiene el estilo clásico de Quentin Tarantino. Diálogos filudos y referencias históricas que te hacen pausar un momento. Pero lo impresionante es el uso de las cámaras de 70mm. 



Especialmente cuando se tienen dos personajes en el mismo cuadro. Es simplemente magistral como los 70mm colaboran en contar la historia. Los personajes están bien desarrollados al estilo clásico de Tarantino, y el guion es como lo que siempre esperamos. Los homenajes al Bueno, El Malo y el Feo son calcados al grado de que por un momento confundes a Samuel L. Jackson con Lee Van Cleef.


Pero los 70mm presentes siempre, hacen que esa técnica sea un personaje adicional en la película. Tarantino siempre llama a la mejor escena de su película “La Gran Hermana”. A pesar de que Hateful 8 tiene muchas buenas escenas. Hay una en particular que esta filmada magistralmente al grado que puedo alegar que es una de las mejores escenas grabadas en el cine. Es la escena al final del tercer capítulo donde interactúan los personajes Major Marquis Warren (Samuel L. Jackson) y General Sanford "Sandy" Smithers (Bruce Dern). Las actuaciones soberbias de ambos actores más la técnica de filmación colabora a que sea una de las mejores escenas de todos los tiempos en la historia del celuloide. Solo por esa escena, vale la pena los $5.00, $10.00 o $15.00 que pagues por verla. Esa escena vale todo lo que costo rodar la película. IMPRESIONANTE.



Ames u odies el cine de Tarantino, él es una voz de su generación. Sus películas lo han demostrado una y otra vez. Si quieres ver una candidata al premio de la Academia, esta es una candidata seria, sólida y magistral.




lunes, 14 de diciembre de 2015

Filosofía De Vida, Peleando por las Almas Y La Elección Entre Supergirl Y Jessica Jones por Arturo Barillas

En las vísperas del 2015 nos encontramos en mera época de nominaciones y galardones a lo mejor que el cine y la televisión pueden ofrecer. Los críticos, eternamente divorciados con lo que la audiencia ve y le gusta, desfilan con pomposidad su maravilloso intelecto para decirnos que es bueno y que no es bueno.



Es bastante hipócrita de mi parte escribir un artículo como el de ahora debido a mi relación amor odio con lo que los críticos, la academia y metacritic; especialmente cuando se habla sobre lo que dicen sobre las películas, la televisión y los videojuegos. En numerosas ocasiones he acusado y defendido a estos entes intelectuales que dicen apuntar al norte de lo que es bueno y lo que es malo.



Sin embargo, a medida entierro mis narices en filosofía y me compenetro con la amistad del pensamiento, veo que mis gustos van dando un giro radical teniendo encontronazos con los que los críticos y la opinión pública. Me vuelvo más fiel a lo que veo porque se orienta a mi propia filosofía de pensamiento y por ende me libero de las cadenas que amarran mi mente para generar un pensamiento propio y autentico.



Cada crítico de cine, televisión y videojuegos tiene su propia estructura de valores y principios que lo definen. Su pensamiento no es incorrecto más puede discrepar con el pensamiento de otro debido a que son dos mundos distintos desde donde nosotros apreciamos la misma realidad.

Con esa pequeña introducción me introduzco al tema en cuestión de este día. Las serie de CBS Supergirl vs la serie de Netflix Jessica Jones. Marvel vs DC y la lucha por el establecimiento de una heroína en un mundo plagado de héroes masculinos de las tiras cómicas.



Tener heroínas en la pantalla chica no es algo nuevo pero sí bastante raro y espaciado. Si no hay un ser que me corrija, creo que la primera heroína de la televisión fue la Mujer Maravilla de Lynda Carter. Fue esta que rompe las barreras para futuras heroínas que lideraban las series como protagonistas. Tuvimos que esperar hasta el final de los 90s donde se nos presenta a Xena la Princesa Guerrera, Buffy La Caza Vampiros y las Brujas de Charmed. Fue en esta época dorada donde el feminismo y el Girl-Power toman la batuta. Las mujeres no son simplemente damiselas en peligro sino mujeres fuertes que toman decisiones y lideran por bien o por mal que las consecuencias de sus actos.



A pesar de estos grandes modelos a seguir, las heroínas son reducidas a ridículos cliches de telenovelas que las hacen más imitaciones de caricaturas y pobres representaciones de como una mujer en poder se debe de comportar. Se vuelven personajes trillados de telenovelas baratas como las mujeres de Grey’s Anatomy.



Ahora, este artículo no es para hablar de ellas más para hablar de Jessica Jones y Supergirl. Las propuestas de Marvel y DC para poder poner heroínas en la pantalla a un público que lo clamaba como mana del cielo. Los poderosos de las industrias de COMICS cumplieron y nos han brindado estas dos propuestas.



Criticarlas sin hacer referencia una de la otra es imposible. Son series de este momento y proyectadas con el mismo propósito de compañías en competencia. Al leer las críticas iniciales de Supergirl, que fue la serie que se estrenó primero, las críticas fueron cálidamente positivas. Representaba una heroína tratando de poner un ejemplo de grandeza y salir de la sombra de su contraparte Superman. Recibiendo una nota de 75 no es nada mal para una serie en su primera temporada. Los escritores han confesado que se han inspirado no solo en las tiras cómicas sino en la serie de la Mujer Maravilla y las demás series de los 90s.



Sale Jessica Jones alcanzando una nota de 81 y presenta a una heroína a la fuerza que pelea contra sus propios demonios para tratar de salir adelante y pagar la factura del mes que viene. Marvel le presta una página a DC y hace una serie oscura y dura para la vista. Pero igual de impresionante.


Ambas series son muy buenas y las recomiendo a ambas. Tengo un espacio cerca de mi corazón para DC así que mi preferencia es obvia. Sin embargo, al leer ciertos foros y críticas en línea, me doy cuenta que hay personas que dicen que Supergirl es infinitamente inferior a Jessica Jones. Que si Jessica Jones se hubiera estrenado antes quizás Supergirl no tendría la nota que tiene ahora.



Creo que todos tenemos una opinión acerca de lo que vemos. Y todos tenemos derecho a esa opinión. Lo que me impresiona es la capacidad del ser humano de identificarse con lo malo antes que lo heroico. Todos los críticos les gustan más el dolor que el placer. Les encanta la tristeza antes que la alegría. La cobardía antes de lo heroico.



Acaso vivimos un pesimismo terrible en nuestro mundo que no podemos identificarnos con algo grandioso. Las feministas les fascina esta heroína rota que no tiene que salvar a nadie más que así mismas de sus propios traumas. Se acuesta con quien sea a la hora que sea y lo deja en la cama si le viene en gana. Una heroína individualista y egoísta que se preocupa solo por su bienestar y nadie más.



Estas feministas critican a Supergirl. Una heroína que tiene un trabajo donde es tratada como basura por una jefa que emula a Meryl Streep. Su lucha diaria consiste en decidir con quién salir de los amigos que conocen su verdadera identidad. Así lo ha descrito la crítica.



Pero quedarnos solo en superficial sería irresponsable de nuestra parte. Al ver las series detenidamente e interpretarlas bajo mi filosofía de vida, me preguntaba… que tipo de heroína desearía que mi hija fuera. O más bien. Si tuviera que elegir entre estas dos como modelos a seguir para mis hijas. Cuál de estas dos eligiera? Me quedo con la heroína egoísta que solo busca vencer al mal poniendo sus prioridades antes que la de los demás. De elegir a Jessica Jones, estaría eligiendo lo que el mundo elige. Una heroína que solo vela por si misma y su bienestar personal. No importa quien salga lastimado ni cómo. Lo importante es salir adelante. En ser el primero y que los demás resuelvan sus propios problemas.



De elegir a Supergirl, elijo una chica tímida y anticuada que sale de su cascaron siempre poniendo el bienestar del prójimo primero. Adoptando como suya la postura de héroe. Ocupando sus habilidades para el bien común y siempre ayudando al más débil. En este mundo es una estupidez elegir la segunda opción. Pero en qué mundo deseo vivir? Acaso no es por eso que leemos acerca de superhéroes. Porque son capaces de hacer lo que nosotros no podemos por nuestras limitaciones físicas, éticas o morales.




Ambas series son sumamente entretenidas y altamente recomendadas. La pregunta que te dejo es a quien le cederías el privilegio de ser modelo a seguir para tus hijas o hermanas menores? A Jessica Jones o Supergirl? La opción te la dejo a ti y a tu integridad moral y artística.


lunes, 9 de noviembre de 2015

SPECTRE: O cuando Fleming conoció a Rowling by Rhadamantys

Is this the end Mr. Bond?


Tras el éxito del director Sam Mendes con Skyfall, era evidente que las historias Daniel Craig como James Bond habían alcanzado su cúspide tanto visual como narrativa. La era Craig pudo haber terminado ahí, habiendo despojado a Bond de M, de Vesper Lynd, de los gadgets de Q, de su Aston Martin, y hasta del icónico edificio de MI-5, dejándonos a un 007 triunfante sobre los escombros de todo lo que alguna vez fue su vida.

Pero Mendes y Craig se animan para one last ride, y en la encrucijada de a dónde llevar a Bond, van en una dirección completamente inesperada: Hacia atrás. Tan atrás que se siente como un homenaje a las cintas de Bond de eras pasadas.



Vamos al argumento: Encontramos a Bond en México, sin órdenes. Un ronin persiguiendo los deseos de su shogun muerto, y descubriendo en su cacería las pistas de un complot más siniestro. Cuando sus acciones lo ponen en confrontación directa con sus superiores, Bond hará lo que ya sabemos que hará: desobedecer. Por supuesto, las repercusiones de su cacería deben ser afrontadas por M y son el núcleo de la línea argumental: El programa 00 es una reliquia del pasado y debe ser sustituido por el equivalente de Skynet. Y todos sabemos que Skynet significa malas noticias, ¿no? M sin duda lo sabe, pero sus argumentos son inútiles mientras Bond anda por ahí causando destrozos.



Mientras tanto, 007 hace gala de sus artes oscuras y logra seducir a la viuda, infiltrarse en la guarida, tener la persecución de autos más aburrida de todos los tiempos, seducir a quien tiene la clave y viajar por el mundo mientras lleva a su lógico (e inesperado) final su cacería solitaria. Bueno, no taaaan solitaria: Moneypenny y Q se jugarán su evaluación de desempeño anual en su auxilio, mientras de paso salvan a M, y en el caso de Q, al mundo libre.

¿Qué nos deja entonces SPECTRE?  Para empezar, nos deja una hermosa y estilística cinematografía. Mendes vuelve a dar clases de estilo, y nos muestra un mundo lleno de una elegancia tal que nos transporte al cine de arte de décadas pasadas y nos hace desear aunque fuera una vez en la vida estar ahí. Sus escenas de acción también están finamente logradas, y gracias a una genial banda sonora, nos adentramos en ellas sin perder la tensión. Brillante.



Los personajes están bien logrados y los actores les dan vida sin problemas: Q es el ideal del ultrageek, Moneypenny es la testaruda y fiel protectora, M es el caballero inglés defensor de una era pasada. En cuanto a los malos, tenemos a un pedante modernizador que grita ‘malvado traidor’ desde el inicio,  al indestructible matón de turno (¿recuerdan a Mandíbulas?)… y a Cristoph Waltz en el rol del archivillano Oberhausen. La elección de Waltz en este rol prueba ser excelente, aunque me recuerda tanto a su personaje de Inglourious Basterds, que si al final hubiera dicho que su nombre real era Hans Landa, no me hubiera sorprendido nada. También excelentes están Mónica Belucci como Lucía y por supuesto Léa Seydoux como la Dra. Swann, una atípica chica Bond.

Entonces ¿cuál es el problema? Pues como dije al inicio, la cinta te regresa a cosas de Bond que ya superamos hace mucho: el superauto, la base secreta de los malos, el monólogo del villano, la elaborada tortura... Notables son las bromas de una línea que ya eran insufribles con el Bond de Roger Moore y vuelven de la tumba, así como la bala mágica que destruye la base de trillones de dólares. Y justo cuando el malvado está en lo mejor de su actuación á-la Tarantino, te suelta un histérico ‘mi nombre es Ernst Stavro Blofeld’ y esperan que no nos recordemos de los alias de los villanos de Kick Ass 2. Ajá.



Y en lo que parece salido de la pluma de J.K. Rowling, esperan que nos traguemos que todo lo ocurrido desde Casino Royale hasta Skyfall ha sido parte de un plan maestro de SPECTRE para echar a perder la vida de Bond, simplemente porque Oberhausen tiene celos de James. No diré más, pero ¡vamos! Que no se lo cree nadie y además, ya saben cómo odio que te vendan la secuela tan groseramente. Al menos en Harry Potter se sentía desde el libro 2 que todo detalle era importante, pero aquí es forzadísimo y sencillamente no convence ni aporta.

SUMARIO: Con una cinematografía magistral, pero llevándonos a lugares que ya no queríamos volver a visitar, SPECTRE dosifica los clichés Bond y el humor para un adecuado canto del cisne para Mendes y Craig. RECOMENDADO para los amantes del cine de arte y de la franquicia que deseen a un Bond menos trágico, pero NO VENGAS si no soportas Horcruxes inventados a la última hora, si te da amnesia selectiva cuando te mencionan a Moonraker y a La Espía Que Me Amó, y si en general esperabas al 007 frío que jamás hubiera pedido un Vodka Martini agitado no revuelto.

Y por supuesto: James Bond Will Return

lunes, 3 de agosto de 2015

Mission Impossible - Rogue Nation. Los Episodios Continuan


El staff de LCP ha experimentado dos tipos de entretenimiento al entrar a la última vuelta de este verano de cine. Algunos como James deciden morir como mártires, viendo porquería para que otros no cometan errores absurdos y permitan que sus ojos vean vascas que no deberían de ver. Rebeca y yo en cambio somos algo egoístas y no sacrificamos nuestra mente a la putrefacción del  celuloide, y decidimos ir al cine a lo que van los demás mortales. Buscar sano entretenimiento.

Rebeca  vio Pitch Perfect 2, mientras que este fin de semana pasado mi esposa y yo atendimos al llamado de  la IMF y vimos Mission Impossible - Rogue Nation. Por ya varios podcasts publicados, nuestro sentir sobre Tom Cruise es célebre a nuestra audiencia. Mi opinión personal no es que sea mal actor. Mi opinión es que es un actor sobreevaluado, sobrevalorado y sobre inflado. Su talento actoral en el celuloide, no pasara de ser más que regular.



Por ya 5 filmes, Mission Impossible sigue siendo él bebe consentido de Cruise. Siendo productor ejecutivo de las cintas, cada una de ellas debe de presentar ese factor “WOW”, que atraiga a los cinéfilos. A diferencia de otras películas que pretenden entretener con chistes vulgares y corrientes, Cruise pone su cuerpo en juego al colgarse de un Airbus A400 que despega verticalmente y llega a una altura de 5000 pies (tomo nueve tomas). La primera escena en la pantalla gigante del multiplex es IMPRESIONANTE al ver la tierra alejarse más y más. Luego la escena bajo agua por más de 4 minutos y las obligadas persecuciones en motocicletas y sedanes BMW hacen que esta película se una exilirante experiencia de acción.



La trama de la película, que tiene más agujeros que el queso suizo en mi BLT, es bastante sencilla. Una organización de espías malvados con deseos de conquistar al mundo deben de ser detenidos por Ethan Hunt (Tom Cruise) y su banda de aliados que pertenecen a la organización de inteligencia de Fuerzas de Misión Imposible (IMF por sus siglas en ingles).



Si la trama es tan sencilla y básica, ¿por qué me ha gustado la película? Creo que se debe a que a pesar de que Tom Cruise es el motor que mantiene la película moviéndose, la cinta no parece centrarse en el como en otras ocasiones. Puedo asegurar que los minutos que Tom esta en pantalla son inferiores a lo que las otras entregas han ofrecido. Los actores de reparto hacen su trabajo magistralmente apoyando al actor de 52 años. Son capaces de robarse escena con una docilidad que uno pensaría que el director y el escritor tenía instrucción de que el tiempo fuera equitativamente repartido entre los demás actores.



El balance entre las actuaciones de los actores de reparto, el protagonismo de Tom Cruise y las escenas de acción, hacen que la película sea sumamente entretenida al grado que olvidas la pobreza de guion y de dialogo. Benji (Simon Peg), trae su seco humor y carisma ingles que lo hace uno de los personajes más queridos de la cinta. Pero quien se roba las escenas en cada momento es la actriz sueca Rebbeca Ferguson.  Es refrescante ver a una actriz que no está en la película para ser el objeto de afecto del protagonista masculino ni mucho menos ser una damisela en peligro. Ferguson se pone a la altura de Cruise con escenas de acción épicas que podrían avergonzar a cualquier doble de acción.




LA película cumple su propósito. Entretiene y divierte. Después de todo, pare eso es el cine no?

lunes, 20 de julio de 2015

Ant-Man: La Batalla Entre Productores y Mentes Creativas Afecta el Producto Final




Cuando arrancamos nuestros podcasts, tuvimos un debate sobre si hablábamos la verdad o poníamos nuestra integridad artística en juego al criticar el cine al cual nosotros estábamos expuestos. Después de analizar los pros y los contras, tomamos la decisión de expresar lo que sentíamos le doliera a quien le doliera. Esa es el estandarte del staff de luz, cámara, podcast, y bajo ese estandarte seguiremos.



En esta iteración, le toca pasar por el filo de la navaja a la nueva adaptación fílmica de Marvel, Ant-Man. El tren del universo cinemático de Marvel  se ha movido a un paso seguro desde que estreno en el 2008 la película de Iron Man. Ya por 7 años, han pasado numerosas películas, donde los personajes que leíamos en las tiras cómicas han saltado a la pantalla grande. El sello de Marvel garantiza éxito.  ¿Imaginar a un dios nórdico del siglo 11 y volverlo un alienígena? Claro que si. ¿Héroe pop de la segunda guerra mundial descongelado en el siglo 21? ¿Por qué no? Pero cuando se dio el éxito del año pasado donde un mapache con una bazooka al lado de una planta salvan al universo, muchos pensamos que con solo poner la calcomanía de Marvel frente a una película, garantizaría el éxito.



Y nos encontramos ahora con Ant-Man. Este fin de semana, el nuevo héroe de Marvel obtuvo $58  Millones de dólares en la taquilla. Nada mal para cualquier otra película. Pero si un fracaso para un estudio que esta acostumbrada a entregarnos cintas con 65 millones para arriba. Lo ha hecho bien desde el 2008. Hasta ahora. La racha de Marvel llega a su fin. No solo éxito comercial sino también apreciación critica.


La película no es mala. Es solo que no es congruente ni estable. Personajes no balanceados ni integrales. Historia sosa y sumamente predecible. Podríamos culpar eso al cambio de escritor y director a media producción (más abajo les explico). Casi notas la diferencia de guiones a media vas masticando el bocado que Marvel trata de alimentarte. La premisa es sencilla. Un superhéroe que se puede hacer del pequeño y puede hablar con hormigas. Casi tan ridículo como un mapache parlanchín con un árbol de mejor amigo.
La trama de la película en su esencia y brillantemente expuesto por Michael Douglas, es sobre un padre que desea convertirse en el héroe que su hija piensa que es. Sencilla. Así como todas las tramas de las películas de Marvel. Y donde Marvel siempre es exitoso, es en donde fracasa miserablemente. Trasformando tramas sencillas en películas espectaculares.



Sott Lang se ve involucrado en un robo donde el demuestra su capacidad ante el genio Hank Pym con el fin de ser reclutado en una operación para salvar el mundo de una armadura que traería un desbalance al orden mundial… blah… blah… blah… La trama es bastante tonta y esa es la idea. No es una película para tomarla en serio. Si es así, ¿porque tengo que pasar por estas escenas melodramáticas entre la relación de padre e hija entre Hank y su hija? ¿Entre Scott y si hija? ¿Entre Hank y el villano? ¿Entre Hank y Scott? ¿Qué me estas vendiendo Marvel? ¿De que se trata esta secuencia de escenas a la cual me has invitado a ver? ¿Por qué me muestras de manera obvia la solución de un problema que yo sé que veré en la última batalla?



El desbalance entre la trama tonta y el melodrama paterno lo culpo una vez más a la maquinaria Marvel. La película tiene dos guiones. Y lo podes captar de principio a fin. Edgar Wright, el escritor original, se retiró del proyecto por “diferencias creativas” con Kevin Feige (productor de Marvel). Invitan a Adam Mckay (escritor de Anchor Man y Talladega Nights) y a Paul Rudd para adaptar el guion más al gusto de los productores. Meten en la mezcla al director de Bring it On, y tienes como resultado lo plasmado en la pantalla. Una película estirad y encogida, con una trama predecible, dirigida para los niños, pero que los fans de la tiras cómicas pueden aprecias. Todo con el fin de no perder la fecha que le prometiste a tu audiencia.



Hay cosas positivas que debo de recalcar. En nuestro primer podcast y el podcast fantasma, escuchamos un brillante monologo por parte de Rodrigo Martinez, de la importancia de Hank Pym al universo de Marvel. Yo no había leído ninguna tira cómica de Ant-Man.  Fui con altas expectativas sobre este personaje descrito por Rod. Debo de decirlo, Michael Douglas es Hank Pym. La solida actuación de Douglas trae mucho gravitas a esta cinta. Es el personaje más interesante y por el cual me preocupó durante los 120 minutos que estuve sentado disfrutando la película.  Paul Rudd en cambio confirmo nuestros miedos. Es tan blando como todas las actuaciones que ha tenido en su vida. La hormiga Anthony tiene más carisma que este tipo en la pantalla. Scott podría haber sido interpretado por otro actor, y no hubiéramos visto la diferencia.



Ant-Man no es un fracaso rotundo. Los chistes típicos de sus películas están presentes de principio a fin. Y si la disfrutas la película en una función llena de niños, creo saboreas más las partes cómicas. Sin embargo la película no tiene los mismos niveles de calidad que otras cintas de su género. Ant-Man merece más; Hank Pym merece más. Los fanáticos de Marvel merecen más que caramelos que solo entusiasman a niños de 12 años.

2.5 de 5 estrellas