Advertencia: Este review y esta película no es apta para
cínicos.
No tenía planeado verla, es de aquellas idas al cine en donde
ya viste todas las que están en cartelera y en verdad no quieres gastar por ver
a Adam Sandler hacer otra tonta película de Adam Sandler. Afirmo nuevamente que
George Clooney es guapo y compro los
boletos; Coca y palomitas en mano busco la fila H, porque la N ya estaba llena
y veo nuevamente los trailers de esta temporada, el único nuevo “Ant-Man” así
que (bostezo) a esperar el inicio.
El inicio de la película es un poco aburrida,
como muchos sabrán este es otro intento de Disney de convertir un “ride” o una
rueda como diríamos acá, en una película. Su primer intento con Piratas del
Caribe y sus posteriores secuelas ha llenado las arcas de esta empresa, mas que
la bóveda del tío Rico McPato. Frank Walker (Thomas Robinson) es un pequeño que
se las lleva de inventor y está empecinado con inventar una mochila propulsora
por lo que viaja a una feria para ganar el concurso con un premio de $50, ahí
conoce a Athena una curiosa niña quien le da un extraño pin a Frank quien acaba
de ser rechazado porque su invento no funciona…. Para los que han tenido la
oportunidad de viajar a los parques de atracciones, especialmente a Disneyland
en la película muestran “Small World” el cual no ha cambiado absolutamente nada,
sobra decir que esto aumentó mi interés.
Es en Small World que Frank es llevado a otro lugar, diferente y futurista, el sueño de cualquier niño, carros y trenes voladores, personas de vestimentas extrañas, robots, etc. Y BAM!! Regresamos al 2015 al hogar de Casey Newton (Britt Robertson) quien al parecer es una adolescente normal pero que posee muchas destrezas en áreas científicas, optimista, cariñosa y con una meta clara: impedir que desmantelen una pista de cohetes de la NASA para evitar que su papá (interpretado por Tim Mcgraw –a quien NO reconocí-) se quede sin empleo. Luego de un altercado con la justicia Casey encuentra un pin similar al que le fue entregado a Frank y cada vez que hace contacto con el pin, se trasporta a este lugar mágico llamado Tomorrowland.
Pero el gusto no dura mucho y muy pronto el pin ya no
funciona, por lo que Casey emprende un viaje en busca de Frank Walker (George
Clooney) quien es el único que sabe como regresar a Tomorrowland.
Ya en términos críticos, los efectos especiales y la música no son impresionantes, la historia sin embargo tiene la cualidad y la magia que tenían los primeros trabajos de Steven Spielberg y esa magia que te hace pensar que todo es posible. Resalto el trabajo de Britt Robertson (Casey Newton) que brilla con luz propia y lleva la carga de la mayoría de la película e inclusive roba muchísimas escenas a Clooney, quien esta vez no es el encantador galán que vemos en otras películas, sino un amargado Frank que paso de ser un niño que lo podía todo a un cínico ermitaño que no quiere saber nada de Tomorrowland.
Una mención especial a Hugh Laurie (si Doctor House sale en
la peli) como Nix, el gobernador de Tomorrowland, definitivamente no el mejor
de sus papeles y creo que le falto química con los personajes.
Es una película para toda la familia, de la máquina de hacer
dinero AKA Disney pero que está llena de momentos no aptos para cínicos y que
para todos aquellos que buscamos momentos de entretenimiento puro y un poco de
magia que despertará al niño que llevamos dentro, está película es la elección
correcta.
F. Rebeca Torres Olivares.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario